16 Dic 2021 La primera encuesta del estudio IPSI-VOLCanarias revela que hasta el momento no se aprecia un impacto grave en la salud mental de los palmeros debido a la erupción

Entrevista | Por: Verónica González Benítez

El pasado sábado se llevó a cabo la presentación de los datos obtenidos del ESTUDIO IPSI-VOLCanarias. (Impacto Psíquico del Volcán). La exposición de los resultados estuvo a cargo del Dr. Julio Bobes, Catedrático de Psiquiatría y jefe del equipo investigador, acompañado por Laura Ferrando, quien preside la Asociación Nacional de Psiquiatría (ASEPP) y Félix González, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General de La Palma. Por Parte del Cabildo Insular, estuvieron presentes el presidente de la Corporación Insular, D. Mariano Zapata, el vicepresidente Borja Perdomo, y la consejera de Seguridad y Emergencias y Medio Ambiente Nieves Rosa Arroyo, quienes pudieron seguir las explicaciones del Catedrático.

Durante la entrevista el Dr. Bobes ha invitado a participar en la encuesta online de la segunda ola de evaluación de este estudio, que estará disponible desde el próximo 26 de diciembre al 8 de enero —los datos de las encuestas realizadas en las distintas oleadas se pueden consultar en la web del Área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo—.

El 62,67% de la población encuestada en La Palma considera que la erupción ha sido para ellos un suceso traumático, y de este porcentaje el 85,11% puede considerarse un posible caso de Trastorno por Estrés Post Traumático, ¿eran esperables estos datos?
Como no tenemos mucha experiencia de impacto psicológico por volcanes, sobre todo en España, no teníamos datos. Los datos que hay casi siempre son de impacto material, sin embargo, el impacto psicológico de las personas no está nada bien estudiado. Por tanto, tenemos una buenísima oportunidad para definirlo bien, cuantificarlo y ver los aspectos cualitativos.

Sobre suicidalidad, ¿cuál ha sido el impacto según este estudio?
De momento, en la fase aguda no se ha incrementado de manera aparatosa. Es un pequeño aumento que, no es que sea despreciable, pero apunta que por ahí no vamos a tener mucha problemática. La suicidalidad media ha aumentado muy poco y eso quiere decir que no aumentan los riesgos reales de riesgo de suicidio o de muertos por conducta suicida.

Usted ha hablado de solastalgia, ¿me podría explicar en qué consiste?
Es un concepto que estaba en la tradición grecorromana. Los griegos ya describían este tipo de reacción comportamental en la cual las personas que vivían en los entornos que sucedían catástrofes como esta, secundarias a los volcanes —ellos asociaban este concepto a estar de volcanes que entraban en erupción y sometían a la población a inconveniencias de todo tipo: materiales fundamentalmente, pero también pérdidas de personas—. Esto estuvo en realidad muchos años en el imaginario de la historia de la ciencia y se ha rehabilitado a finales del siglo pasado, en los años 90. Técnica y científicamente no se consideraba bien definida la solastalgia hasta que la revista The Lancet la acepta a propuesta de un historiador y filósofo, Glen Albrecht, quien propuso en 2005 reutilizar esta definición porque servía muy bien para los volcanes. The Lancet en 2015 la acepta como concepto a usar en el mundo científico. Este concepto describe bien el daño psíquico o el dolor moral que conlleva estar cerca de una región donde hay volcanes que hayan estado activos.

Teniendo en cuenta los resultados, ¿cómo calificaría el estado de salud mental de los habitantes de La Palma?
Bastante bien, porque los que están afectados tienen afectación leve o moderada, no hay afectación grave. Las personas que tenían diagnósticos previos de trastorno mental han tenido que actualizar los tratamientos, en algunos casos han precisado añadir algún psicofármaco y en otros casos solamente ha sido necesario incrementar la dosis del tratamiento que tenían. También hay algunos nuevos casos, pero es un crecimiento leve. Ahora bien, en este tipo de emergencias lo que hay que tener en cuenta es que muchas veces el mayor malestar psicológico que genera un fenómeno de este tipo se da a medio y largo plazo, por ello es prudente esperar a la segunda ola de datos. Cada dos meses aproximadamente tendremos una ola de nueva observación y todos los datos de este proceso estarán disponibles en las páginas web.

¿Cómo se puede contribuir en este estudio?
Fundamentalmente cumplimentando el cuestionario que se les va a ir enviando por las redes sociales y animando a sus coetáneos y conocidos a que cumplimenten ese cuestionario. En esta primera oleada hemos estado muy contentos porque ha habido mucha cumplimentación de cuestionarios, pero queremos que no se agote en esta primera evaluación. Estamos optimistas y pensamos que esta situación de colaboración debe mantenerse y, sobre todo, debemos animar a que más personas colaboren. Esperamos, sobre todo, muchos respondedores de las personas desplazadas y las que han sido alojadas en las diferentes instalaciones hoteleras que han estado disponible en la isla.