03 Mar 2022 «Cómo le vamos a pedir a un médico que escuche si no tiene tiempo»

El 19 de septiembre de 2021 La Palma temblaba. El volcán Cumbre Vieja entraba en erupción y, junto a las imágenes de lava,  comenzaron a sumarse otras que reflejaban la desesperación de los ciudadanos de la isla. La salud mental de los palmeros tomó entonces relevancia, con programas propios en los que Félix González, jefe de Psiquiatría del Hospital de La Palma puso todo su empleo y conocimiento.

El estrés, la ansiedad o problemas de sueño se sumaban así a las patologías diarias que los facultativos veían en sus consultas. «Sabemos que ha habido situaciones más bien de ayuda psicológica» y es que escuchar a los pacientes más allá de los síntomas se convirtió en una necesidad. Pero ante ello, los médicos se enfrentaban a otro problema: la falta de tiempo.

«Hay que fomentar la escucha, pero para eso tenemos que tener un sistema de Atención Primaria más bien dotado», destaca González. Un sistema que «ya estaba al límite antes de la pandemia» y que supone que «el consejo que se puede dar para los médicos es escuchar, pero ¿Cómo le vamos a pedir a un médico que escuche si es que no tiene tiempo para ello?», expone el jefe de Psiquiatría del Hospital de La Palma.

Con una ratio de cuatro psicólogos por cada 100.000 habitantes, cualquier tipo de catástrofe o incidencia pone al límite a los trabajadores y al propio sistema. Y, tal y como señala Félix González «viene un acontecimiento sobrevenido y tenemos que contar con personal con experiencia en psicología clínica, es decir que haya hecho su formación. Ser psicólogo no necesariamente es ser psicólogo clínico», lo que lleva a pedir que, en lo sucesivo, se » tenga en cuenta que las ratios hay que mejorarlas y equipararlas a las recomendadas por los organismos internacionales como la OMS y adaptarlas a la Unión Europea».

Síntomas que irán desapareciendo

El tiempo es la clave para superar una catástrofe. Según señala Gónzalez «el 70 por ciento de las personas se van a recuperar de forma total, un porcentaje que puede rondar el 20 por ciento puede necesitar ayuda y, tan solo el 10 por ciento, se va a resistir».

En este punto, los profesionales sanitarios y trabajadores sociales deben tener en cuenta el apego que los ciudadanos podían tener con sus barrios y propiedades. Así, según recalca el jefe de Psiquiatría del Hospital de La Palma «las personas que llevan un tiempo residiendo en un lugar pues evidentemente tienen una historia en ese espacio que han sido cortadas por el volcán, en comparación con quien tiene menos apego».

Como pronóstico para el futuro «​​tenemos que ir a experiencias contrastadas de cuando ha pasado el tiempo con situaciones estresantes. Un ejemplo es la pandemia. Sabemos por estudios de referencia que al principio los niveles de ansiedad y estrés son altos, pero es bastante lógico. Si la situación es anormal la respuesta es anormal también».



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